(Florencia,
1265 - Rávena, 1321) Poeta italiano. Si bien sus padres, Alighiero de
Bellincione y Gabriella (Bella), pertenecían a la burguesía güelfa florentina,
Dante aseguró siempre que procedía de familia noble, y así lo hizo constar en
el Paraíso (cantos XV y XVI), en donde trazó un vínculo familiar con su
supuesto antepasado Cacciaguida, quien habría sido armado caballero por el
emperador Conrado II de Suabia.
Dante
Alighieri
Durante
sus años de estudio Dante Alighieri coincidió con el poeta Guido Cavalcanti, representante
del dolce stil nuovo, unos quince años mayor que él, con quien intimó y de
quien se convirtió en discípulo. Según explica en su autobiografía más o menos
recreada poéticamente Vida nueva, en 1274 vio por primera vez a Beatriz
Portinari, cuando ella contaba ocho años y él tan sólo uno más; el apasionado y
platónico enamoramiento de Dante tendría lugar al coincidir de nuevo con ella
nueve años más tarde.
En
1285 Dante tomó parte en el asedio de Poggio di Santa Cecilia, defendido por
los aretinos, y dos años más tarde se trasladó a Bolonia, quizás a estudiar, si
bien se tienen dudas en lo referente a su paso por la universidad de dicha
ciudad. Sí que hay pruebas, en cambio, de su participación (en calidad de
«feritore» de a caballo) en la batalla de Campaldino, en la cual se enfrentó a
los gibelinos de Arezzo.
En
1290 murió Beatriz, y un año más tarde Dante contrajo matrimonio con Gemma di
Manetto, con quien tuvo cuatro hijos. En 1295 se inscribió en el gremio de
médicos y boticarios, y a partir del mes de noviembre empezó a interesarse por
la política municipal florentina; entre mayo y septiembre del año siguiente fue
miembro del Consejo de los Ciento, y en 1298 participó en la firma del tratado
de paz con Arezzo. En 1300, y en calidad de embajador, se trasladó a San
Gimignano para negociar la visita de representantes de la Liga Güelfa a
Florencia, y entre el 15 de junio y el 14 de agosto ocupó el cargo de prior,
máxima magistratura florentina.
En
octubre de 1301, y tras oponerse al envío de tropas para ayudar al papa
Bonifacio VIII, Dante fue designado embajador ante el pontífice, a quien
ofreció un tratado de paz. El Papa, sin embargo, lo retuvo en Roma en contra de
su voluntad, con la intención de ayudar en Florencia a la facción güelfa
opuesta a la de Dante, sector que a la postre se hizo con el control de la
ciudad y desterró a sus oponentes.
Acusado
de malversación de fondos, Dante fue condenado a multa, expropiación y exilio,
y más tarde a muerte en caso de que regresara a Florencia. A partir de esta
fecha Dante inició un largo exilio que iba a durar el resto de su vida: residió
en Verona, Padua, Rímini, Lucca y, finalmente, Ravena, ciudad en la cual fue
huésped de Guido Novello de Polenta y donde permaneció hasta su muerte.
Obras
de Dante Alighieri
La
influencia de la poesía trovadoresca y estilnovista sobre Dante Alighieri queda
reflejada en su Vida nueva, conjunto de poemas y prosas dirigidos a Beatriz,
razón de la vida del poeta y también de sus tormentos, y en sus Rime Petrose,
dirigidas a una amada supuesta, a la que escribe sólo para disimular ante los
demás su verdadero amor. El juego poético-amoroso oscila entre la pasión
imposible y la espiritualizada idealización de la figura de la amada, aunque
las rígidas formas del estilnovismo adquieren una fuerza y sinceridad nuevas en
manos de Dante.
El
experimentalismo de los poemas de Dante Alighieri y la búsqueda consciente de
un estilo propio culminarán finalmente en La Divina Comedia, una de las cumbres
de la literatura universal. Dividida en en tres cantos (el Infierno, el
Purgatorio y el Paraíso) y escrita en tercetos, se resume en ella toda la
cosmología medieval mediante la presentación del recorrido del alma de Dante,
guiada primero por Virgilio y más adelante por Beatriz, en la expiación de sus
pecados. Con un lenguaje vívido y de gran riqueza expresiva, el poeta mezcla
los elementos simbólicos con referencias a personajes históricos y mitológicos,
hasta construir una equilibrada y grandiosa síntesis del saber acumulado por el
hombre desde la Antigüedad clásica hasta la Edad Media.
«Antes de mí ninguna cosa fue creada
sólo las eternas, y yo eternamente duro:
¡Perded toda esperanza los que entráis!»
sólo las eternas, y yo eternamente duro:
¡Perded toda esperanza los que entráis!»
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