De izquierda a derecha, Hjalmar Schacht, ministro de Economía de Hitler, con su buen amigo Montagu Norman, gobernador del Banco de Inglaterra de 1920 a 1944. Según los documentos del Banco de Inglaterra revelados en 2012, el oro de Checoslovaquia había sido depositado en Londres en una subcuenta a nombre del Banco de Pagos Internacionales (BPI). Cuando los nazis entraron en Praga, en marzo de 1939, de inmediato enviaron soldados al Banco Nacional. Los administradores recibieron orden, bajo amenaza de muerte, de emitir dos órdenes de transferencia. La primera ordenaba al BPI transferir 23,1 toneladas de oro de su subcuenta checoeslovaca en el Banco de Inglaterra a la subcuenta del Reichsbank, también en el Banco de Inglaterra. La segunda orden encargaba al Banco de Inglaterra transferir unas 27 toneladas de oro del Banco Nacional de Checoeslovaquia a la subcuenta del BPI en el Banco de Inglaterra.
De izquierda a derecha, Hjalmar Schacht, ministro de Economía de Hitler, con su buen amigo Montagu Norman, gobernador del Banco de Inglaterra de 1920 a 1944. Según los documentos del Banco de Inglaterra revelados en 2012, el oro de Checoslovaquia había sido depositado en Londres en una subcuenta a nombre del Banco de Pagos Internacionales (BPI). Cuando los nazis entraron en Praga, en marzo de 1939, de inmediato enviaron soldados al Banco Nacional. Los administradores recibieron orden, bajo amenaza de muerte, de emitir dos órdenes de transferencia. La primera ordenaba al BPI transferir 23,1 toneladas de oro de su subcuenta checoeslovaca en el Banco de Inglaterra a la subcuenta del Reichsbank, también en el Banco de Inglaterra. La segunda orden encargaba al Banco de Inglaterra transferir unas 27 toneladas de oro del Banco Nacional de Checoeslovaquia a la subcuenta del BPI en el Banco de Inglaterra.
La Segunda Guerra Mundial no fue provocada por un rabioso Fuhrer que se había apoderado de Alemania. La Segunda Guerra Mundial es obra de una oligarquía mundial, o más exactamente de los plutócratas anglo-estadounidenses.
Utilizando instrumentos como la Reserva Federal de Estados Unidos y el Banco de Inglaterra, esos elementos comenzaron a preparar el siguiente conflicto de envergadura planetaria inmediatamente después de la Primera Guerra Mundial. Su blanco era la Unión Soviética.
Los planes Dawes y Young, la creación del Banco de Pagos Internacionales (BPI) [1], la suspensión del pago por parte de Alemania de las reparaciones de guerra previstas en el Tratado de Versalles y la aceptación de aquella decisión por los ex aliados de Rusia, las masivas inversiones extranjeras en la economía del III Reich, la militarización de la economía alemana y las violaciones del Tratado de Versalles son etapas en el camino que conduce a la guerra.
Detrás de aquel complot se hallaban personajes claves: los Rockefeller, los Morgan, Lord Montagu Norman (gobernador del Banco de Inglaterra) y Hjalmar Schacht (presidente del Reichsbank y ministro de Economía del gobierno de Hitler). El programa estratégico de los Rockefeller y los Morgan era sojuzgar Europa económicamente, saturar Alemania de inversiones y créditos extranjeros y empujarla a asestar un golpe mortal a la Rusia soviética para que esta última volviese al capitalismo, en calidad de colonia.