Cruz), había
vivido su infancia y adolescencia con su madre Raquel Becerra, en Trinidad
(Beni), hasta que el 20 de enero de 1922 había entrado al colegio militar en La
Paz como cadete. Se inició allí como artillero, pero luego se encontró con su
pasión de toda la vida: la caballería.
Hijo de padre alemán y madre
española (Pablo Busch y Raquel Becerra), realizó sus primeros estudios en el
Colegio Militar, donde se destacó por tener un carácter impulsivo y cambiante,
y por ejercer un liderazgo indiscutido entre sus camaradas. Egresó con el grado
de subteniente en 1929 y fue ayudante de órdenes del Estado Mayor.
Durante la guerra del Chaco,
conflicto que enfrentó a Bolivia y Paraguay, se ganó el sobrenombre de El
Corsario de la Selva. Fue ascendido rápidamente gracias a su reconocido valor,
que lo hizo célebre incluso entre las fuerzas enemigas, y ejerció una gran
influencia sobre la tropa y sobre los oficiales, por lo que le eran confiadas
las misiones más complejas y arriesgadas.
En su vertiente política,
participó en tres golpes de Estado: contra Daniel Salamanca, contra José Luis
Tejada Sorzano y contra David Toro. Dirigió el golpe de Estado que llevó al
coronel David Toro a la presidencia el 17 de mayo de 1936, de cuyo gobierno
nacionalista y antioligárquico formó parte y, bajo el cual se expropiaron los
yacimientos petrolíferos de la Standard Oil de Nueva Jersey. En 1937 derrocó a
Toro, y en 1938 la Asamblea Constituyente lo eligió presidente constitucional.
Lamentablemente, en abril de 1939, mal aconsejado, clausuró el Congreso y se
declaró dictador sin razones demasiado claras, pues no contaba con oposición a
su gobierno.
Su principal acto de gobierno
consistió en el control total de las exportaciones mineras, y en la
renacionalización del Banco Minero de Bolivia. Se enfrentó duramente con las
compañías mineras, a las que intentó imponer una ley que obligaba a entregar al
estado la totalidad de sus divisas. Sus medidas nunca fueron del todo
efectivas, pues las incumplían sus propios ministros, que respondían a los
intereses de la oligarquía minera. Durante su mandato se firmó además la paz
definitiva con Paraguay y se promulgó la Constitución de 1938, muy avanzada en
temas relacionados con la cuestión social, la familia y la libertad de cultos.
Entre las medidas más importantes
del breve gobierno de Germán Busch (1937-1939) destacan:
La nacionalización de las
ganancias de la gran minería, monopolizada entonces por los barones del Estaño.
La creación del Banco Minero
El primer Código de Trabajo
de nuestra historia, que es base de la actual Ley General del Trabajo.
La Constitución de 1938,
adelantada para su tiempo
La abolición de la
esclavitud y el pongueaje
La recuperación para el
Estado de YPFB, las regalías del 11% para las regiones productoras de petróleo
La reapertura de la
Universidad Autonoma Gabriel Rene Moreno, cerrada por el gobierno de Toro en
1936
La vinculación férrea de
Santa Cruz con Brasil y Argentina
La firma definitiva de la paz con Paraguay,
quien debió devolver a Bolivia 20.000 kilómetros cuadrados como condición para
la paz dada por Busch. De lo contrario, el mandatario había dicho que se
reiniciarían las hostilidades.
El 23 de agosto de 1939, a las
5:30 am, el entonces gobernante de Bolivia, Víctor Germán Busch Becerra,
recibió un tiro en la cabeza en el despacho de su casa en la calle Rosendo
Villalobos, de La Paz.
Las circunstancias de su muerte
aún generan dudas. La versión oficial señala que el mandatario, máximo héroe de
la Guerra del Chaco, se suicidó, aunque como únicos testigos del incidente
estaban su cuñado, el coronel Eliodoro Carmona y su concuñado, el mayor Ricardo
Goitia.
El coronel Busch tenía sólo 35
años. Habíase convertido en Presidente de Bolivia a los 33 años. El más joven
de nuestra historia hasta hoy. Sólo dos meses antes de su muerte, había
renunciado a su cualidad de gobernante constitucional, electo por la Asamblea
Nacional, y asumido la dictadura. Veía en ese método de gobierno la única forma
de resistir al embate de los grandes capitalistas del estaño y sus sirvientes
entre los partidos políticos tradicionales y los intelectuales a sueldo, que
buscaban anular su sueño: devolverle a Bolivia sus propias riquezas naturales.
Germán Busch tenía muchos
enemigos debido a las medidas sociales que había implementado en su mandato.
Dos meses antes del hecho, el 7 de junio, había nacionalizado las ganancias de
los grandes barones de la minería y en su discurso había adelantado: “Si a
causa de esto cae mi gobierno, lo habrá hecho al amparo de una bandera
admirable”
Germán Busch agonizó hasta las 2
de la tarde de ese día. Sin embargo, media hora después de su herida mortal, es
decir, a las 6 de la mañana, ya Bolivia tenía nuevo Presidente: El general
Quintanilla. El vicepresidente de Busch, Enrique Baldivieso, fue detenido y no
lo sucedió en el cargo.
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