La niña de Guatemala. María García-Granados y Savorio, hija del expresidente de la república y líder de la revolución liberal, don Miguel García Granados. Guatemala será el escenario de una leyenda.
Llegada de José Martí a Guatemala
Con "una imaginación enamorada de lo heroico, un viaje
de ocho días a través de ríos, selvas y montañas tropicales..." llega el
joven José Martí a Guatemala, con 24 años de edad.
Es la segunda nación latinoamericana del periplo de su vida.
Viene de México, de huir del golpe de estado de Porfirio Díaz.
La sencillez de sus pobladores, el descubrimiento de la
Cultura maya, las vivencias entre aquellas criaturas que según el Popol Vuh
habían nacido del maíz, van a enriquecer no sólo la pupila del hombre, sino su
propia sensibilidad de poeta. Aquí comenzará a escribir sus más desgarrantes
poemas, los que continuará a lo largo de varios años, los de su cuaderno Versos
Libres.
Se desempeña como Maestro
En este horizonte se despliega como maestro, desde la
docencia universitaria hasta la que ejercita, gratuitamente, en la Academia de
Niñas de Centroamérica, dirigido por la cubana Margarita Izaguirre.
Conoce a María García-Granados y Savorio
Allí, precisamente, y entre sus discípulas, tendrá a una
bellísima joven, de sólo 16 años, María García Granados, hija del expresidentes
de la república y líder de la revolución liberal, don Miguel García Granados.
Guatemala será el escenario de una leyenda: la de la niña de Guatemala.
Comparte con los García Granados
En las tertulias familiares, donde el joven emigrado cubano comparte con la generosa acogida de los García-Granados, mientras juega al ajedrez con el padre de la adolescente o cuando escucha a María en el piano, va tejiéndose un afecto entre los dos que supera la amistad, aunque no cuaja la relación amorosa porque José Martí está comprometido, ha dado palabra de matrimonio a una joven hermosa, la cubana Carmen Zayas Bazán.
En las tertulias familiares, donde el joven emigrado cubano comparte con la generosa acogida de los García-Granados, mientras juega al ajedrez con el padre de la adolescente o cuando escucha a María en el piano, va tejiéndose un afecto entre los dos que supera la amistad, aunque no cuaja la relación amorosa porque José Martí está comprometido, ha dado palabra de matrimonio a una joven hermosa, la cubana Carmen Zayas Bazán.
Martí sembrará para la poesía
Y en la tierra del quetzal, donde será tribuno y
desarrollará su pensamiento, articulando el perfil de su ideario de
"Nuestra América", sustancia renovadora de su propia concepción
política, a favor de la independencia de Cuba y como integración de su Isla al
espacio mayor del continente, desde una continuidad ideológica del legado bolivariano,
Martí sembrará para la poesía, y desde la memoria que todo lo embellece, la
imagen adorada de su María, la que nutre en el poema número IX de los Versos
Sencillos conocido más tarde como "La niña de Guatemala", víctima de
la enfermedad que lo aquejaba y cumpliendo las indicaciones del médico que lo
manda a reposar fuera de la ciudad de Nueva York en 1891.
"Quiero
a la sombra de un ala,
Contar este
cuento en flor:
La niña de
Guatemala,
la que se
murió de amor."
Así escribió el poeta, cuando recrea la temprana muerte de
la joven. La misma que a su retorno a Guatemala, luego de ausentarse
brevemente, para realizar en México sus esponsales con Carmen, y retornar a
tierra centroamericana, ya casado, le enviara una esquela tan elocuente como
sintética, con la elegancia del sutil reproche, en enero de 1878:
"Hace seis días que llegaste a Guatemala, y no has
venido a verme. ¿Por qué eludes tu visita? Yo no tengo resentimiento contigo,
porque tú siempre me hablaste con sinceridad respecto a tu situación moral de
compromiso de matrimonio con la señorita Zayas Bazán. Te suplico que vengas
pronto, Tu niña."
Atracción
Entre ellos sólo había 8 años de diferencia. Y una fuerte
atracción, tanto sensual como espiritual. Unos meses atrás, en Mayo de 1877,
--José Martí se casó con Carmen en diciembre de ese mismo año--, le había
escrito a María, estos versos:
"Terrestre
enfermo, que a sus solas llora
El furor de
los hombres, la extrañeza
De su
comercio brusco, y su odiadora
Feral naturaleza,--
Siento una
luz que me parece estrella,
Oigo una voz
que suena a melodía,
Y alzarse
miro a una gentil doncella,
Tan púdica,
tan bella
Que se llama
--¡María!"
Fuente
Hacia la niña de
Guatemala, Revista Mujeres
Centro de Estudios
Martianos. José Martí, Obras Completas Edición Crítica, No 15, Poesía II. La
Habana. 2007.
García Pascual,
Luis. Entorno Martiano. Casa Editora Abril. La Habana. 2003.
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