Aquiles Nazoa |
Poeta
y humorista venezolano, n. en 1920 y m. en un accidente automovilístico en
1976.
Nacido
en el barrio popular de El Guarataro (Caracas), vivió orgulloso de su
extracción humilde, sus oficios proletarios, el auto didactismo que lo
convirtió en uno de los más cultos escritores venezolanos, poseedor de una
vasta erudición musical, excelente lector de autores en lenguas inglesa y
francesa, aprendidas por su cuenta, riesgo y pasión. Hipersensible, arrebató su
cultura a pedazos en el trajinar por la supervivencia. Aprendió el valor de la
sonrisa en la lucha cotidiana por sus ideales, y siempre fue, y se jactaba de
ello, El Transeúnte sonreído, título de su primer libro de poemas.
Admirador
de George Bernard Shaw, William Shakespeare, llya Ehrenburg, Hans Christian
Andersen y Wolfgang Amadeus Mozart, en orden ascendente de pasiones, como acostumbraba
decir. Shaw, por su irreverencia, Shakespeare por su tragicidad exagerada,
Ehrenburg por su irrespeto a la solemnidad de un socialismo demasiado perfecto,
Andersen por su desmesurado amor a Jenny Lynde, "el ruiseñor de
Suecia", Mozart porque era un niño en cuyo genio estaba compendiada toda
la música del universo.
Hizo
periodismo combativo desde muy joven, consciente del poder de fuego de la
palabra bien manejada. Fustigó sin tregua el mal gusto de una burguesía
nuevo-rica, obnubilada por los objetos de consumo que tipificaron la Venezuela
saudita en el auge del comercio petrolero. Satirizó los lastres de una
democracia representativa que varias veces se tornó represiva. De esta materia
se nutre su humor. Así dejó testimonios desde las páginas del semanario
humorístico Fantoches, fundado por Leoncio Martínez, su maestro en todos los
sentidos. Desaparecidos periódico y fundador, ingresó a las filas de El
Morrocoy Azul y luego de Dominguito, otros dos semanarios dirigidos por el
humorista y revolucionario Gabriel Bracho Montiel. Cuando El Morrocoy Azul fue
adquirido por un ministro de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, Nazoa
contribuyó a fundar otros periódicos de humorismo combativo, empresas en las
cuales lo acompañaron su hermano Aníbal, Kotepa Delgado, Claudio Cedeño,
Ildemaro Torres, Aureliano González y otros. Así fueron apareciendo y
desapareciendo efímeros semanarios: La Pava Macha, El Tocador de las Señoras,
Una Señora en Apuros, El Fósforo. Además, semanalmente, con el seudónimo de "Lancero"
publicó poemas satíricos en el diario El Nacional.
La
rebeldía venezolana se ha expresado verbalmente en los refranes y coplas, en
los chistes políticos y el humor paródico. Ha sido una constante de la lucha
contra regímenes represivos. Aquiles Nazoa comprendió y valoró estos recursos
en otros humoristas a quienes estudió y fue recogiendo en antologías. De esa
tradición abrevó elementos para elevarlos a resonancias críticas y poéticas no
igualadas. El cuento folclórico, las tragedias y comedias clásicas, los
romances de tradición hispánica, fueron cimientos de poemas suyos escritos casi
siempre dentro de una métrica popular octosilábica o en el clásico
endecasílabo. Estaba convencido de que en lo popular se nota ante todo el ritmo
interior de la frase, la medida octosilábica en que está acuñada, como para que
con esa música, ese ritmo, esa medida de verso que se le ha impreso a la
expresión, se fije en la memoria; se sabe que en la memoria es más fácil retener
aquello que viene medido, aquello que viene versificado. (Nazoa: Las cosas más
sencillas, 92).
Desde
1945 circularon sus libros humorísticos y satíricos. Los lectores se
condicionaron a verlo como un generador de risa tras la cual se ocultaban
ternura y lirismo represados. En 1960 apareció otro libro que, sin romper con
la sutileza en el manejo del lenguaje, revelaba a un gran poeta "en
serio". Lo tituló simplemente Los poemas.
En
1961, cuando se produce la agresión contra la naciente Revolución Cubana, Nazoa
adoptó posiciones de solidaridad muy definidas. Dictó dos conferencias en la
Asociación Venezolana de Periodistas, bajo el título Cuba, de Martí a Fidel
Castro. Volvió a su refugio de Cagua. Dictó recitales nómadas por pueblos y
ciudades, juglar protestatario. Sus rondas le permitieron ahondar más en el
conocimiento profundo de la cultura nacional, lo que resume en una frase que se
volvió consigna: "Creo en los poderes creadores del pueblo".
En
1962 las luchas insurreccionales sacudían el continente. La Revolución Cubana
había marcado su impronta desde la Segunda Declaración de La Habana. Nazoa fue
consecuente en sus posiciones ideológicas. Recorrió todo el territorio venezolano
para dictar conferencias críticas sobre "la pava y lo pavoso". Detrás
del título alusivo a las creencias en el mal agüero había un mensaje
cuestionador de la sociedad. Cuando el país retornó al apaciguamiento y a las
luchas institucionales, Nazoa volcó su ingenio y la vasta cultura de la cual
hacía uso sin ostentaciones, para proyectar su imagen a través de la televisión
venezolana con un programa semanal que le granjeó simpatías y popularidad:
"Las cosas más sencillas".
Su
temprana conciencia de clase proletaria, su formación marxista, hicieron de
Aquiles Nazoa un signo dramático de dignidad intelectual y política
irreductibles. Su vida áspera y difícil le aguzó la sensibilidad de poeta. Fue
un empecinado defensor de la naturaleza y un combatiente infatigable contra la
destrucción de la ciudad natal por la voracidad "modernizadora" de
los contratistas. Llegó a conocer tanto de urbanismo como un profesional.
Enemigo declarado de la sociedad de consumo, condenaba día a día la
contaminación urbana producida por los gases letales del automóvil, señor
absoluto de la ciudad capital. Por ironía, en una carretera hacia el interior
del país, conductor reciente, fugitivo de la ciudad inhóspita, su vida quedó
diseminada entre un montón de hierros amorfos.
Domingo
Miliani
BIBLIOGRAFIA
SELECTA
A)
· El transeúnte sonreído. Caracas:
Grafolit, 1945.
· El ruiseñor de Catuche. Caracas: Avila
Gráfica, 1950.
· El burro flautista. Caracas: Pensamiento
Vivo, 1958.
· Caballo de manteca. Caracas: Pensamiento
Vivo, 1960.
· Cuba, de Martí a Fidel Castro. Caracas:
Pensamiento Vivo, 1961.
· Mientras el palo va y viene. Caracas:
Universidad Central de Venezuela, Dirección de Cultura, 1962.
· Los poemas. Caracas: Amigos de la Poesía,
1961.
· Pan y circo. Caracas: Ed. Arte, 1965.
· Caracas física y espiritual. Caracas:
Círculo Musical, 1966.
· Humor y amor de Aquiles Nazoa
(Antología). Caracas: Librería Piñango, 1962.
· Los humoristas de Caracas (Compilación y
prólogo de A.N.). 2 ed. Caracas: Monte Avila, 1972. 2 vol.
· Las cosas más sencillas. Caracas: Oficina
Central de Información (OCI), 1972.
· Vida privada de las muñecas de trapo.
Caracas: Corporación de Turismo de Venezuela, 1975.
· Obras completas. Caracas: Universidad
Central de Venezuela, 1978-1983. 3 vols.
B)
a)
Bibliografía
· Rivas, Rafael Angel. “Contribución a la
bibliografía de Aquiles Nazoa”. Letras (Caracas), 34-35(1978): 165-175.
b)
Estudios
· Lovera De Sola, Roberto. “Aquiles Nazoa.
Itinerario de una vida creadora” Suplemento Cultural de Ultimas Noticias.
Caracas (2 de mayo de 1976): 29-32.
· Miliani, Domingo. “Aquiles Nazoa, poeta y
humorista por gracia de su pueblo” CdA (La Habana), 98(1976): 109-112.
· Pineda, Rafael. “Aquiles Nazoa y el
humorismo en Venezuela”. Imagen (Caracas), 62-63 (1968): 17-18.
· Pineda, Rafael. “Poesía de Aquiles
Nazoa”. Papel Literario de El Nacional. Caracas (19 de junio de 1958): 8.
· Sanoja Hernández, Jesús. “Aquiles Nazoa
con Caracas en el bolsillo”. Papel Literario de El Nacional. Caracas (28 de
agosto de 1958): 2.
· Silva, Ludovico. “Aquiles Nazoa, poeta
popular”. El Nacional. Caracas (27 de abril de 1976): D-13.
· Subero, Efraín. La obra poética de Nazoa.
Caracas: Ministerio de Educación (Separata del Vol. 87 de la Col. Biblioteca
Popular Venezolana), 1962.
[DM.]
Fuente:
DICCIONARIO ENCICLOPEDICO DE LAS LETRAS DE AMERICA LATINA. Biblioteca Ayacucho.
Monte Avila Editores Latinoamericana. Primera Edición 1995.
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