Autor: Profesor Bernardo Quagliotti de Bellis La situación económica mundial, se caracteriza por ser mantener una gran crisis económica generalizada. Toda la fraseología que siguen utilizando permanentemente los países industrializados, respecto al “libre comercio”, se desvaloriza rápidamente ante las “medidas proteccionistas”, que deshumanamente practican. En resumen, en el amplio y variado escenario mundial no se perciben soluciones macroeconómicas, ni existen milagros tecnológicos en el horizontes.
Estados Unidos y el resto de los integrantes del G7 no son ajenos a tal situación. Desde 1974, por primera vez, comienza un proceso de recesión en todas las economías de los países capitalistas más avanzados . Por el contrario, son el centro de la crisis.
Analizando el panorama mundial se puede apreciar que dentro del G7, Japón se encuentra en medio de un nuevo período recesivo que lleva más de una década, con un sistema financiero en situación precaria debido a la situación de endeudamiento de sus otrora poderosos bancos.
Si nos trasladamos a la “casa europea”, Alemania que se caracterizó siempre por representar sus mejores niveles económicos -el motor de la UE- su actual situación de recesión la llevó a subir en forma alarmante su nivel de desempleo.
Francia e Italia , al igual que Gran Bretaña , sus respectivas producciones industriales se encuentran en una situación declinante. Viajando al sureste asiático, los otrora “tigres asiáticos” -Indonesia, Malasia, Tailandia, Filipinas, Taiwán, Corea del Sur- aun no han podido recuperarse de la crisis económica que asoló a esa región a fines del pasado siglo.
La era de los “modelos económicos” tocó a su fin. El milagro de la “nueva economía” de la década de los años ´90 se esfumó y, muchos analistas económicos consideran a esta última, como el epicentro de la crisis actual.
¿Por qué digo que Estados Unidos es, actualmente, el centro de esta grave crisis mundial? Por que no dispone de ningún modelo nuevo que provoque confiabilidad, entusiasmo, seguridad social. El “staff” de Bush solo sabe intensificar la explotación de loa países subdesarrollados pero ricos en materias primas estratégicas (petróleo, gas, agua, minerales), y utilizar la agresión practicando una economía de guerra para mantener su dominio imperial.
AMÉRICA LATINA EN LA MIRA
Ni la Casa Blanca ni el Pentágono han incluido a país alguno iberoamericano en el “eje del mal”. El fervor democrático de los pueblos de este continente ha sufrido, pero han vencido, a las dictaduras militares que otros gobiernos estadounidenses promovieron en los años ´60 y ´70. Hoy, en la agenda de Washington figuran objetivos que si bien tienen relación con su seguridad, pasan por el control de los enormes recursos estratégicos que la región posee. Para citar los más destacados: petróleo, gas, agua dulce, y la biodiversidad.
Mucho antes de los atentados del 11 de setiembre de 2001, Estados Unidos proclamó su deseada conformación de una Asociación de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que seguiría aumentando e institucionalizando la hegemonía económica-financiera y polítco-militar en todo el continente. Los estrategas estadounidenses pensaron que al haber logrado el acuerdo con Canadá y México (1993), el país azteca podría servir como plataforma de lanzamiento para el logro de un acuerdo “desde Alaska hasta Tierra del Fuego”.
EL DOBLE DISCURSO ESTADOUNIDENSE
Mientras los sucesivos gobiernos de Bush (padre), Clinton y George Walker Bush impulsaban el proyecto ALCA, iba concretando tres planes con definidas características separatistas o seccionistas en diversas zonas del continente iberoamericano: el Plan PUEBLA-PANAMÁ, el PLAN COLOMBIA y el PLAN TRIPLE FRONTERA.
El Plan Puebla-Panamá, que no fue concebido en el México que gobierna Vicente Fox, sino que su armazón ideológica se concibió en Washington con el objetivo de imponer y favorecer a las transnacionales del petróleo (tan ligadas a la administración Bush), además de tener lograr la privatización de las terminales aéreas y portuarias; la energía eléctrica; el agua dulce; el gas; apoderarse sin restricciones de las enormes riquezas de biodiversidad del corredor biológico mesoamericano que desde el Petén (Guatemala) llega hasta Panamá.
El Plan Colombia. que responde al proyecto de ley S1758 de 20 de octubre de 1999 de los Senadores estadounidenses Mike DeWine, Grassley y Coverdell, fue concebido como un “plan piloto” para ejercitar una estrategia de dominación estadounidense sobre la región norte de América del Sur (fundamentalmente con sus ojos puestos en la Amazonia) .[1]
Estados Unidos, cuyo mercado es el gran consumidor de la droga colombiana, utiliza “risueñamente” la grave desestabilización que sufre Colombia, cuyo gobierno democráticamente elegido viene recibiendo fórmulas de extorsión; soportando y combatiendo mafias; asistiendo a una pauperización creciente de la economía legal y de la población. Estados Unidos utiliza tan lamentable situación para justificar su presencia en tal estratégica zona sudamericana (donde ayer no más le usurpó a Colombia parte de su territorio para construir el canal de Panamá), con el objetivo de justificar su presencia militar, la construcción de bases militares, con el argumento para “certificar”, “condenar” y declarar que Colombia es un “país de riesgo”.
Si el nombre original de este Plan cuando fuera concebido en 1999 era “Plan for peace, prosperity and the strengthening of state”, ante la realidad actual debee llamarse “Plan para la guerra, el subdesarrollo y la militarización del Estado”.
Como me expresara el exVice Presidente del Congreso de Ecuador - Manuel Salgado Tamayo:- “”El verdadero plan Colombia es macabro”.
El Plan Triple Frontera, ha sido últimamente incluido dentro de la “lista negra del mal” del criticado “Servicio de Inteligencia” de Estados Unidos, ante la serie de omisiones y errores que ha cometido últimamente. Sin embargo, en forma irresponsable, sin pruebas reales sino producto de una imaginación enfermiza, estos servicios han incluido a la Triple Frontera, que integran las zonas limítrofes de Argentina, Brasil y Paraguay.
Curiosamente, vaya casualidad, el área más importante del acuífero Guaraní, una de las reservas más importantes del mundo con sus 50.000 kilómetros cúbicos de agua dulce; lo que en buen romance significa para los “intereses (particulares)” de Estados Unidos una zona muy codiciada.
Uruguay debe practicar una estrategia a compartir con estos tres países nombrados, por cuanto de los 1.194.000 kilómetros cuadrados por el cual se extiende el acuífero Guaraní, corresponde 839.000 kilómetros cuadrados a Brasil, 226.000 a Argentina, 71.700 a Paraguay y 59.999 a Uruguay.
Esto explica, -como lo señalamos en el caso de la Patagonia, rica también en recursos de agua dulce- (ver CRÓNICAS, 8,julio,2005), el gran interés de particulares testa-ferros y transnacionales, en la compra de esas tierras aun inexplotadas por sus autétnticos soberanos.
Seriamente, pero al oírlo causa gracia no por las expresiones inocentes , sino por la forma inocente en que Washington les enseña a expresarse , las expresiones del embajador de Estados Unidos en Asunción -John Keane- quien acusó a que en Asunción del Paraguay “no es que vivan extremistas sino que realizan actividades para financiar a grupos árabes”. Un informe del Comisario paraguayo de la frontera -Carlos Benítez- restó importancia a tales palabras y, al informe procedente de Washington en que se aconseja a los ciudadanos de aquél país a no visitar Paraguay.
En tanto, en oportunidad anterior, el coordinador de la oficina antiterrorista del Departamento de Estado estadounidense Joseph Cofer Black- reconoció que el gobierno de George Walker Bush está decidido a proseguir la intervención militar en la subregión.
¿Llegarán a poner en la lista, nuestra región fronteriza con Brasil en la altura de los Chuy-Chui, donde reside una colectividad palestina?.
Analizando el panorama mundial se puede apreciar que dentro del G7, Japón se encuentra en medio de un nuevo período recesivo que lleva más de una década, con un sistema financiero en situación precaria debido a la situación de endeudamiento de sus otrora poderosos bancos.
Si nos trasladamos a la “casa europea”, Alemania que se caracterizó siempre por representar sus mejores niveles económicos -el motor de la UE- su actual situación de recesión la llevó a subir en forma alarmante su nivel de desempleo.
Francia e Italia , al igual que Gran Bretaña , sus respectivas producciones industriales se encuentran en una situación declinante. Viajando al sureste asiático, los otrora “tigres asiáticos” -Indonesia, Malasia, Tailandia, Filipinas, Taiwán, Corea del Sur- aun no han podido recuperarse de la crisis económica que asoló a esa región a fines del pasado siglo.
La era de los “modelos económicos” tocó a su fin. El milagro de la “nueva economía” de la década de los años ´90 se esfumó y, muchos analistas económicos consideran a esta última, como el epicentro de la crisis actual.
¿Por qué digo que Estados Unidos es, actualmente, el centro de esta grave crisis mundial? Por que no dispone de ningún modelo nuevo que provoque confiabilidad, entusiasmo, seguridad social. El “staff” de Bush solo sabe intensificar la explotación de loa países subdesarrollados pero ricos en materias primas estratégicas (petróleo, gas, agua, minerales), y utilizar la agresión practicando una economía de guerra para mantener su dominio imperial.
AMÉRICA LATINA EN LA MIRA
Ni la Casa Blanca ni el Pentágono han incluido a país alguno iberoamericano en el “eje del mal”. El fervor democrático de los pueblos de este continente ha sufrido, pero han vencido, a las dictaduras militares que otros gobiernos estadounidenses promovieron en los años ´60 y ´70. Hoy, en la agenda de Washington figuran objetivos que si bien tienen relación con su seguridad, pasan por el control de los enormes recursos estratégicos que la región posee. Para citar los más destacados: petróleo, gas, agua dulce, y la biodiversidad.
Mucho antes de los atentados del 11 de setiembre de 2001, Estados Unidos proclamó su deseada conformación de una Asociación de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que seguiría aumentando e institucionalizando la hegemonía económica-financiera y polítco-militar en todo el continente. Los estrategas estadounidenses pensaron que al haber logrado el acuerdo con Canadá y México (1993), el país azteca podría servir como plataforma de lanzamiento para el logro de un acuerdo “desde Alaska hasta Tierra del Fuego”.
EL DOBLE DISCURSO ESTADOUNIDENSE
Mientras los sucesivos gobiernos de Bush (padre), Clinton y George Walker Bush impulsaban el proyecto ALCA, iba concretando tres planes con definidas características separatistas o seccionistas en diversas zonas del continente iberoamericano: el Plan PUEBLA-PANAMÁ, el PLAN COLOMBIA y el PLAN TRIPLE FRONTERA.
El Plan Puebla-Panamá, que no fue concebido en el México que gobierna Vicente Fox, sino que su armazón ideológica se concibió en Washington con el objetivo de imponer y favorecer a las transnacionales del petróleo (tan ligadas a la administración Bush), además de tener lograr la privatización de las terminales aéreas y portuarias; la energía eléctrica; el agua dulce; el gas; apoderarse sin restricciones de las enormes riquezas de biodiversidad del corredor biológico mesoamericano que desde el Petén (Guatemala) llega hasta Panamá.
El Plan Colombia. que responde al proyecto de ley S1758 de 20 de octubre de 1999 de los Senadores estadounidenses Mike DeWine, Grassley y Coverdell, fue concebido como un “plan piloto” para ejercitar una estrategia de dominación estadounidense sobre la región norte de América del Sur (fundamentalmente con sus ojos puestos en la Amazonia) .[1]
Estados Unidos, cuyo mercado es el gran consumidor de la droga colombiana, utiliza “risueñamente” la grave desestabilización que sufre Colombia, cuyo gobierno democráticamente elegido viene recibiendo fórmulas de extorsión; soportando y combatiendo mafias; asistiendo a una pauperización creciente de la economía legal y de la población. Estados Unidos utiliza tan lamentable situación para justificar su presencia en tal estratégica zona sudamericana (donde ayer no más le usurpó a Colombia parte de su territorio para construir el canal de Panamá), con el objetivo de justificar su presencia militar, la construcción de bases militares, con el argumento para “certificar”, “condenar” y declarar que Colombia es un “país de riesgo”.
Si el nombre original de este Plan cuando fuera concebido en 1999 era “Plan for peace, prosperity and the strengthening of state”, ante la realidad actual debee llamarse “Plan para la guerra, el subdesarrollo y la militarización del Estado”.
Como me expresara el exVice Presidente del Congreso de Ecuador - Manuel Salgado Tamayo:- “”El verdadero plan Colombia es macabro”.
El Plan Triple Frontera, ha sido últimamente incluido dentro de la “lista negra del mal” del criticado “Servicio de Inteligencia” de Estados Unidos, ante la serie de omisiones y errores que ha cometido últimamente. Sin embargo, en forma irresponsable, sin pruebas reales sino producto de una imaginación enfermiza, estos servicios han incluido a la Triple Frontera, que integran las zonas limítrofes de Argentina, Brasil y Paraguay.
Curiosamente, vaya casualidad, el área más importante del acuífero Guaraní, una de las reservas más importantes del mundo con sus 50.000 kilómetros cúbicos de agua dulce; lo que en buen romance significa para los “intereses (particulares)” de Estados Unidos una zona muy codiciada.
Uruguay debe practicar una estrategia a compartir con estos tres países nombrados, por cuanto de los 1.194.000 kilómetros cuadrados por el cual se extiende el acuífero Guaraní, corresponde 839.000 kilómetros cuadrados a Brasil, 226.000 a Argentina, 71.700 a Paraguay y 59.999 a Uruguay.
Esto explica, -como lo señalamos en el caso de la Patagonia, rica también en recursos de agua dulce- (ver CRÓNICAS, 8,julio,2005), el gran interés de particulares testa-ferros y transnacionales, en la compra de esas tierras aun inexplotadas por sus autétnticos soberanos.
Seriamente, pero al oírlo causa gracia no por las expresiones inocentes , sino por la forma inocente en que Washington les enseña a expresarse , las expresiones del embajador de Estados Unidos en Asunción -John Keane- quien acusó a que en Asunción del Paraguay “no es que vivan extremistas sino que realizan actividades para financiar a grupos árabes”. Un informe del Comisario paraguayo de la frontera -Carlos Benítez- restó importancia a tales palabras y, al informe procedente de Washington en que se aconseja a los ciudadanos de aquél país a no visitar Paraguay.
En tanto, en oportunidad anterior, el coordinador de la oficina antiterrorista del Departamento de Estado estadounidense Joseph Cofer Black- reconoció que el gobierno de George Walker Bush está decidido a proseguir la intervención militar en la subregión.
¿Llegarán a poner en la lista, nuestra región fronteriza con Brasil en la altura de los Chuy-Chui, donde reside una colectividad palestina?.
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