Ario es una designación que originalmente significa "civilizado", "noble" o "libre" sin referencia a alguna etnia. Fue aplicado por primera vez como un término de autoidentificación por un grupo migratorio de Asia Central más tarde conocido como los indoiranios (que se asentaron en la meseta iraní) y luego se aplicó a los indoarios (que viajaron al sur para establecerse en el norte de la India).
La palabra no tenía una connotación étnica generalizada antes del siglo XIX, excepto de su uso por parte de los persas (conocidos como "iranios", derivado de "arios") para distinguirse de sus invasores árabes musulmanes en el siglo VII, e incluso entonces (podría argumentarse) no se trataba tanto de una distinción étnica sino de clase e identidad. Antes de la conquista, Persia había sido "la tierra de los arios" y posteriormente se acuñó un término para los no arios.
Lo "ario" se asoció con la etnicidad y, especialmente, con la superioridad de la piel clara (caucásica) sólo después de que los eruditos de Europa occidental comenzaran a traducir, y a menudo a malinterpretar, textos sánscritos en el siglo XVIII y más extensamente en el siglo XIX. Ya se habían propuesto teorías sobre una correlación entre el sánscrito y las lenguas europeas, pero este concepto fue popularizado por el filólogo anglogalés sir William Jones (1746-1794) en 1786, quien afirmó que existía una fuente común para estas lenguas, a la cual llamó protoindoeuropeo.
La afirmación de Jones inspiró a escritores posteriores a identificar esta "fuente común" y alentó al elitista francés Joseph Arthur de Gobineau (1816-1882) a desarrollar teorías racistas sobre la "sangre aria" y la supremacía blanca que se popularizaron en Alemania a través de las obras de Houston Stewart Chamberlain (1855-1927), el filósofo político nacido en Gran Bretaña que se convirtió en mentor e inspiración de Adolf Hitler, y que influyó en la ideología y obra de Alfred Rosenberg (1893-1946) que dio poder al partido nazi en Alemania entre 1930-1945 aproximadamente.
LAS OBRAS DE CADA UNO DE LOS QUE HAN CONTRIBUIDO A UNA DEFINICIÓN DE ARIO COMO REFERENCIA DE LO CAUCÁSICO HAN SIDO DESECHADAS POR ESTAR EQUIVOCADAS, SER UNA MALA INTERPRETACIÓN O SER INTENCIONALMENTE RACISTAS.
La tesis de Jones también influyó en el trabajo del filólogo alemán Max Muller (1823-1900) quien intentó identificar esta "fuente común" a través del Rig Veda y la historia de la civilización del valle del Indo, como resultado se creó el mito de una invasión aria en aquella región que afirmaba que los arios de piel clara conquistaron a los pueblos indígenas de piel más oscura y establecieron una alta civilización; una interpretación de su obra que el propio Müller nunca había considerado y que de hecho rechazó.
Las obras de Gobineau, Chamberlain y la reivindicación de la invasión aria fueron adoptadas por los británicos a lo largo de los siglos XIX y XX para justificar su control sobre la India, ya que ellos eran los "arios" (una raza superior) que estaban trayendo la cultura y la civilización a la menos afortunada India. Este punto de vista fue alentado y popularizado por el trabajo del arqueólogo británico sir Mortimer Wheeler (1890-1976), quien excavó las antiguas ciudades de Harappa y Mohenjo-Daro de la civilización del valle del Indo y afirmó que sus hallazgos apoyaban la teoría de la invasión aria de Muller. Así como los arios de piel clara de antaño habían traído la civilización a la India, afirmaba Wheeler, ahora también lo habían hecho los británicos.
La mayor parte del trabajo de Wheeler ha sido desacreditada en la actualidad, al igual que la teoría de la invasión de Muller, y las obras de todos los que contribuyeron a una definición de ario como referencia de lo caucásico también han sido desechadas por estar equivocadas, tener malas interpretaciones o ser intencionalmente racistas. En la actualidad, se entiende que el término se refiere propiamente al primer grupo migratorio indoiranio e indoario, posiblemente originario de la región del río Ural o, según algunos estudiosos, solo a los indoiranios debido al uso continuo del término por los grandes imperios persas del Cercano Oriente.
Migración temprana y origen del término
Se cree que el grupo migratorio de pueblos a los que más tarde se hizo referencia como indoiranios e indoarios procedían originalmente de la zona de lo que hoy es Kazajistán, cerca del río Ural, y se movieron lentamente hacia la meseta iraní, donde llegaron en algún momento antes del III milenio a.C. Se desconoce qué nombre se dieron a sí mismos en ese momento, pero después se refirieron a sí mismos como arios, designando una clase de personas que eran libres, nobles y civilizadas en contraste con aquellos que no compartían sus valores. No hay evidencia de una diferencia racial, sólo una diferencia de clase. El término parece haber sido utilizado de la misma manera que hoy en día se podría usar alguno para establecer una diferencia entre individuos de clase alta o baja. El académico Kaveh Farrokh comenta al respecto:
La palabra ario significa "noble", "señor" u "hombre libre" en las antiguas lenguas iraníes y tiene poco que ver con las doctrinas eurocéntricas de supremacía racial nórdica, formuladas por primera vez por filósofos racialistas del siglo XIX como Chamberlain. El arqueólogo J.P Mallory afirma que, "como designación étnica, la palabra [ario] se limita más propiamente a los indoiranios, y con mayor exactitud a estos últimos, donde el término todavía da nombre al país Irán... el gran rey persa Darío se describe a sí mismo como ario"... El nombre de "Irán" (literalmente, la tierra de los arios) deriva de Aryanam (la forma plural en avéstico). (17)
El avéstico es la lengua irania temprana en la que están escritas las escrituras zoroástricas, el Avesta, la fuente más antigua del origen y significado del término ario. Aquello que vale la pena escuchar y recordar en el Avesta se denomina arya; aquel que escucha, recuerda y actúa de acuerdo con estos valiosos preceptos es un ario. El zoroastrismo se desarrolló, en parte, a partir de la religión irania temprana y conservó varios aspectos de ella, por lo que muy probablemente, el término se usó de la misma manera antes de la época de Zoroastro (1500-1000 a.C.) para referirse a aquel que se adhería al camino de la luz en lugar del de la oscuridad.
Major Indo Iranian Neolithic Sites & the Indus Civilization
Sitios neolíticos importantes indoiranios y de la civilización del valle del Indo
John Huntington (CC BY-NC-SA)
El significado del término se entendió de la misma forma en la India, donde aparece en los textos del hinduismo, el budismo y otros lugares. El académico Jeffrey D. Long proporciona la definición hindú estándar de ario como:
Noble, culto, "caballero", eran términos con los que los antiguos pueblos védicos se referían a sí mismos y a sus prácticas culturales y religiosas (en contraste con mleccha, o "bárbaro"). No parece que el término arya tuviera connotaciones étnicas o raciales hasta que los estudiosos europeos del siglo XIX lo interpretaron así, bajo el falso supuesto de una correlación entre cultura y etnicidad. El término no se refiere a características étnicas, sino culturales y espirituales. (60)
Al comentar más sobre el significado antiguo del término, el académico John Keay cita la opinión informada de la historiadora india Romila Thapar: "es dudoso que el término arya haya sido utilizado alguna vez en un sentido étnico" (19). Los académicos Robert E. Buswell Jr. y Donald S. Lopez Jr. señalan que, en el budismo, arya conserva el significado persa de "noble" o "superior" (64), y el académico John M. Koller está de acuerdo al escribir sobre el concepto de las cuatro nobles verdades de Buda: "Esta cuádruple verdad se llama "noble" (arya), lo que significa que es digna de asentimiento y respeto porque tiene un valor supremo" (53 ). No es de extrañar que este término tenga el mismo significado en dos culturas diferentes, ya que ambas comparten muchos aspectos culturales comunes.
La migración y la civilización del valle del Indo
En algún momento, los llamados indoarios pertenecientes al grupo migratorio original se dirigieron al sur, hacia la India, donde se cree que se fusionaron con los pueblos indígenas de la civilización del valle del Indo (también conocida como civilización Harappa o cultura Harappa, entre 7000-600 a.C. aproximadamente) Esta civilización era muy avanzada, como lo demuestran yacimientos neolíticos como el de Mehrgarh (ocupado antes del 7000 a.C.), y su población desarrolló técnicas agrícolas, rituales religiosos, domesticación de plantas y animales y produjo impresionantes obras artísticas.
Para el 2600 a.C. aproximadamente, se habían levantado las grandes ciudades de Harappa, Mohenjo-daro, Ganeriwala y miles más, cuyas ruinas muestran evidencia de una planificación urbana avanzada y una habilidad tecnológica. Estas ciudades tenían agua corriente y un sistema de alcantarillado y drenaje altamente desarrollado que dirigía el agua de lluvia o los desechos hacia a las instalaciones a ambos lados de las calles. Las casas se construían de tal manera que se redujeran los ruidos exteriores y estaban equipadas con "captadores de viento" que proporcionaban aire acondicionado en el interior; un lujo que ni siquiera Roma, en su apogeo, desarrolló. Los habitantes del valle del Indo también crearon un sistema de escritura (aún sin descifrar), instrumentos musicales, implementos agrícolas y grandes barcos de fondo plano. Se construyeron puertos con grandes almacenes para mercancías y se comerciaba con otras nacionalidades, en particular con los pueblos de Mesopotamia y Egipto.
Mohenjo-daro
Mohenjo-daro
Andrzej Nowojewski (CC BY-SA)
En algún momento entre 1900-1500 a.C. aproximadamente, la civilización del valle del Indo comenzó a decaer. Las ciudades quedaron abandonadas y hubo una importante migración de población hacia el sur del subcontinente. Este período de migración y cambio coincide con el desarrollo del pensamiento védico y el llamado Período Védico (entre 1500-500 a.C., aproximadamente), cuando los Vedas, los textos sagrados del hinduismo, se plasmaron por escrito en sánscrito. Dado que la gente de la civilización del valle del Indo no escribía en sánscrito, este idioma (y los conceptos que se expresaban en aquellas escrituras) tenían que haber venido de otra parte. Se cree que llegaron con una migración indoaria, quizás en gran número y durante varios años, y que posteriormente las culturas de los dos pueblos se mezclaron. Koller escribe:
La era védica comenzó cuando los pueblos de habla sánscrita comenzaron a dominar la vida y el pensamiento en el valle del Indo, probablemente entre el 2000 y el 1500 a.C. Los historiadores solían pensar que estos pueblos de habla sánscrita, que se llamaban a sí mismos arios, llegaron al valle del Indo en el noroeste de la India como invasores hace unos tres mil quinientos años. Pero estudios recientes han cuestionado esta tesis de la conquista de los arios. Lo que sí sabemos es que la anterior cultura del Indo, que floreció entre el 2.500 y el 1.500 a.C., y que a juzgar por sus restos arqueológicos, era bastante sofisticada, decayó en esta época. También sabemos que el pensamiento y la cultura védicos, reflejados en el Rig Veda, tienen una historia continua de dominio en la India durante los últimos tres mil quinientos años. Es probable que las tradiciones culturales de los pueblos védicos se mezclaran con las tradiciones y costumbres de los pueblos del Indo. (5)
Una visión contraria a lo anterior es la llamada teoría Out of India - Salido de la India (generalmente presentada como OIT), que afirma que el pensamiento védico y el sánscrito, desarrollados en el valle del Indo, fueron exportados a Asia Central y luego regresaron en una ola migratoria. Esta teoría ha sido rechazada por los estudiosos principales y es defendida, casi siempre, por aquellos que tienen una agenda nacionalista. Sin embargo, es comprensible que se pueda sostener tal opinión cuando, durante más de 100 años, los estudiosos occidentales han atribuido de forma constante los logros culturales propios a otros.
LA MIGRACIÓN DE LOS HABITANTES DEL VALLE DEL INDO HACIA EL SUR ESTÁ BIEN ACEPTADA, PERO NO HAY NECESIDAD DE ASUMIR QUE ALGUNA FUERZA INVASORA IMPULSÓ LA REUBICACIÓN.
La migración de los habitantes del valle del Indo hacia el sur está bien aceptada, pero no hay necesidad de asumir que alguna fuerza invasora impulsó la reubicación. Lo más probable es que no se debiera a los recién llegados, sino al cambio climático, la sequía y la disminución del comercio con Mesopotamia y Egipto, ambos absorbidos por sus asuntos internos. El declive de la civilización del valle del Indo corresponde a la Edad del Bronce Medio en Mesopotamia (2119-1700 a.C.), durante la cual los sumerios estaban ocupados expulsando a los gutis, Hammurabi de Babilonia conquistaba ciudades y los hititas invadían otras. En Egipto, el Imperio Medio (2040-1782 a.C.) había comenzado a decaer después del reinado de Sobekneferu (1807-1802 a.C. aproximadamente) y este declive se aceleró por la debilidad de la dinastía XIII, que carecía de las habilidades burocráticas y el poder administrativo de su predecesora.
El comercio a larga distancia se volvió más difícil para los comerciantes de estas regiones durante este tiempo y eso sin duda contribuyó al declive de la civilización del valle del Indo, que dependía de este tipo de comercio. La gente no se trasladó al sur para huir de nada; se trasladaron al sur en busca de mejores condiciones de vida y oportunidades. Las ciudades fueron abandonadas, no por una invasión, sino por el uso excesivo de recursos y muy probablemente por la superpoblación.
Reinterpretación racial
Cuando las ruinas de la ciudad de Harappa fueron descubiertas por el explorador Charles Masson (seudónimo del soldado y erudito británico James Lewis, 1800-1853) en 1829, nadie sabía que esta civilización había existido alguna vez y posteriormente, al aplicar las teorías raciales que se habían desarrollado, los eruditos occidentales concluyeron que había habido una invasión aria en masa que destruyó las ciudades y empujó a los supervivientes hacia el sur. No se sabía nada de la civilización del valle del Indo cuando sir William Jones publicó su teoría protoindoeuropea del lenguaje en 1786 y, de haberse sabido algo sobre ella, sin duda se habría atribuido al logro de alguna otra raza supuestamente de piel clara, de la misma manera que más tarde los arqueólogos y eruditos occidentales afirmaron que los egipcios eran caucásicos y que los mayas de Mesoamérica eran, de alguna manera, una colonia de Egipto.
El tipo de racismo sistémico que condujo a estas conclusiones no puede atribuirse a un solo individuo, pero sí la asociación de los arios con la supremacía blanca. Joseph Arthur de Gobineau era un aspirante a erudito y escritor de ficción de una familia aristocrática francesa que, a pesar de ser pobre y tener que luchar constantemente por ganarse la vida, se consideraba superior a los demás. Publicó su obra Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas en 1855 en la que, entre otras afirmaciones racistas, insistía en que el término ario se aplicaba a los europeos de piel clara que tenían "sangre aria", los cuales eran superiores a otros europeos de tez más oscura que no la tenían.
Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas
Daehan (CC BY-SA)
Gobineau se convirtió en un ferviente admirador del compositor alemán Richard Wagner (1813-1883) quien, según descubrió, había leído su libro y también lo admiraba. Gobineau se convirtió en miembro del círculo de Wagner en Bayreuth, al igual que otro entusiasta de Wagner y ferviente racista, Houston Stewart Chamberlain, quien más adelante se convirtió en yerno de Wagner. Chamberlain además asoció en su obra lo ario con lo étnico, afirmando que los caucásicos habían establecido todas las grandes civilizaciones del mundo. Generalmente se cita que este punto de vista contribuyó a la formulación de la teoría de la invasión aria, y este puede ser el caso, pero de ser así no parece haber sido intencional por parte de Max Muller.
Aunque se cita habitualmente a Muller como el "autor" de la teoría de la invasión aria, en realidad sólo dio un nombre a lo que hombres como Gobineau y Chamberlain ya creían. Muller nunca defendió la afirmación de que lo ario tuviera algo que ver con la etnicidad, sino que basó su teoría en una invasión de la India por parte de pueblos del norte en su interpretación del Rig Veda, el más antiguo de los Vedas, ya que algunas partes del texto le sugirieron esta posibilidad. Es desafortunado, en realidad, que el nombre de Muller deba asociarse repetidamente con los de racistas y antisemitas, ya que él mismo no era ninguno de los dos y creía en la igualdad racial.
Las obras de Gobineau y Chamberlain inspiraron y alentaron a Hitler y su arquitecto ideológico Alfred Rosenberg para establecer el partido nazi en Alemania y encaminar al país hacia la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto. Después de la derrota de Alemania en 1945, sus obras fueron desacreditadas y rechazadas por la mayoría de los académicos tradicionales pero, aparecían (y siguen apareciendo) en trabajos académicos sobre la historia y el desarrollo cultural del subcontinente indio usando un lenguaje académico a menudo diluido y difuso. Estas teorías se popularizaron aún más gracias a la obra de sir Mortimer Wheeler, un arqueólogo y erudito muy respetado que excavó los sitios de Harappa y Mohenjo-Daro entre 1944 y 1948, que interpretó sus hallazgos a la luz de teorías racialistas y certificó la teoría de la invasión aria como una historia bien establecida.
Conclusión
Sin embargo, en la década de 1960 las afirmaciones de Wheeler, que se basaban en gran medida en esqueletos encontrados durante sus excavaciones, que según él, presentaban evidencia de muerte violenta en batalla, fueron refutadas, en gran parte gracias al trabajo del académico y arqueólogo estadounidense George F. Dales (Keay, 23). Dales no encontró evidencia en ninguno de los sitios antiguos que respaldara las afirmaciones de invasión y conquista y nadie más lo ha hecho desde entonces. En la actualidad, la teoría de la invasión aria ha sido desacreditada y sólo la promueven quienes impulsan una agenda racialista o nacionalista.
La vieja teoría, que todavía se enseñaba en las escuelas secundarias y universidades (al menos en los Estados Unidos) hasta hace poco tiempo, que sostenía una visión de los arios de piel clara conquistando a los dravidianos de piel oscura, ha sido reemplazada por una comprensión mucho más informada y realista de un modelo de migración y mezcla de culturas. John Keay comenta:
Quizás algunos de los clanes arios fueron invitados a la India como aliados, mercenarios o comerciantes; es posible incluso que los [pueblos] indígenas no hayan sido "dravidianos" sino los primeros inmigrantes indoarios; no hay nada que sugiera que [los arios] alguna vez construyeron "castillos y ciudades" [como algunos han afirmado] y la evidencia arqueológica, que consiste casi enteramente en cerámica, no da ningún indicio del cambio repentino que uno esperaría de la conquista y supresión de una nacionalidad entera…Podría decirse que [el] proceso de arianización mediante el cual la cultura arya se extendió hacia los pueblos no pertenecientes a ella continuó a lo largo de la historia del subcontinente; de hecho, todavía continúa hasta el día de hoy. (28)
Keay también señala que la gente de la civilización del valle del Indo dio tanto como recibió, culturalmente, de los inmigrantes arios y la relación fue mutuamente beneficiosa (24-26). La desafortunada asociación del término "ario" con el concepto equivocado e ignorante de supremacía blanca continúa en la actualidad, pero se espera que con el tiempo, eso cambie tal como lo hicieron las definiciones e interpretaciones racialistas del pasado, y "ario" vuelva a asumir su significado original al definir a alguien que es noble, que reconoce lo que vale la pena escuchar y recordar para su propio bien y el de todos, y que por tanto es civilizado. Al mismo tiempo, la definición de "ario" podría ampliarse, en un sentido universal, para incluir a cualquier persona (de cualquier color de piel, clase o afiliación cultural) que respete y reconozca la dignidad humana y los derechos inherentes de cualquier otra persona.
Bibliografía
Arendt, H. The Origins of Totalitarianism. Harcourt, Brace, Jovanovich, 1973.
Avari, B. India: The Ancient Past - A History of the Indian Subcontinent. Routledge, 2016.
Buswell, R. E. jr & Lopez, D. S. jr. The Princeton Dictionary of Buddhism. Princeton University Press, 2013.
Farrokh, K. Shadows in the Desert. Osprey Publishing, 2007.
Goldhagen, D. J. Hitler's Willing Executioners. Vintage Books, 1997.
J. Keay. India: A History. Grove Press, 2010.
Koller, J. M. Asian Philosophies. Prentice Hall, 2007.
Kriwaczek, P. Babylon: Mesopotamia and the Birth of Civilization. St. Martin's Griffin, 2012.
Kulke, H. & Rothermund, D. A History of India. Barnes & Noble Books, 1995.
Long, J. D. Historical Dictionary of Hinduism. Rowman & Littlefield Publishers, 2010.
Olmstead, A. T. History of the Persian Empire. Chicago University Press, 2009.
Shaw, I. The Oxford History of Ancient Egypt. Oxford University Press, 2006.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario