martes, 23 de julio de 2013

Juana Ramírez: La Avanzadora

Su ferreo caràcter y riesgo para la acción le valieron 

el apodo de Juana La Avanzadora.

Juana Ramírez (Chaguaramal, 1790 - Chaguaramal, 1856). Conocida como Juana La Avanzadota, fue una heroína de la guerra de independencia de Venezuela.
 
Juana nació en 1790, en Chaguaramal, Municipio Piar. Su madre se llamaba Guadalupe Ramírez y su padre uno de de los Generales Rojas: Andrés o José Francisco. Su madre fue traída de África y fue comprada por la familia del General Andrés Rojas. La esclava Guadalupe y su hija trabajaban en las tierras que la familia Rojas. Fue criada bajo la tutela de Doña Teresa Ramírez de Balderrama quien la protegió y le dio su apellido.
Juana participó en las batallas que se realizaron en las cercanías de Maturín, contra Antonio Zuazola, de La Hoz, Monteverde y Morales.
En la batalla del 25 de mayo de 1813, Juana tuvo una significativa participación. Ese día patriotas y realistas se enfrentaron en una dura lucha que tuvo su final al oscurecer el día. Siguiendo las órdenes del Comandante Felipe Carrasquel, avanzó con su batería de mujeres y le dio el triunfo a los patriotas.
La batalla se realizó en la sabana del Alto de los Godos, en el oeste de Maturín. En esa sabana, dos mil hombres patriotas esperaron a Monteverde que venía con muchos más hombres. La batalla comenzó cerca de las 11 de la mañana.

Juana y su batería de mujeres estaban cerca de lo que hoy es la Plaza Piar de Maturín. Allí las mujeres atacaban al enemigo, atendían heridos y disparaban cañones. Como a las 4 de la tarde, le llegó la noticia de que a los patriotas se les estaban acabando las municiones. El Comandante Felipe Carrasquel ordenó a Juana avanzar hasta Los Godos. También participaban en esta batalla José Francisco Azcúe y Manuel Piar.
Monteverde tuvo que huir ante tal arremetida. Ante este triunfo los patriotas ganaron: armas, municiones, 6.000 pesos de plata, 3 cañones, entre otros. Y los cofres de Monteverde. Juana se encargó de enterrar a los realistas caídos una vez finalizada la batalla.
Al año siguiente, el 11 de diciembre de 1814, Maturín cayó bajo el poder del español Morales, quien arrasó la aldea, quemó todas las casas y asesinó a todos los ancianos, niños y mujeres que pudo. La mayoría de esa población era caraqueña y del centro del país que se fue a Oriente cuando Boves entró a Caracas. Con esta victoria de Morales, cae la Segunda República.
Juana y otras personas huyeron hacia las montañas y siguieron la lucha como guerrilleros. Cuando Venezuela logró su independencia, Juana se quedó a vivir en Chaguaramal, Monagas, localidad muy próspera que luego desapareció y varios de sus habitantes emigraron hacia la parte alta y construyeron las primeras casas de lo que ellos llamaron San Vicente el año 1924. Tuvo la heroína cinco hijas: Clara, Juana, Juana, Josefa y Victoria. Se dedicó a trabajar la agricultura . Murió en 1856, a los 66 años. Fue sepultada en el cementerio antiguo de Chaguaramal, el mismo que en la actualidad es utilizado por las comunidades de San Vicente y Pueblo Libre.
Unos cardones, que primero los guacharaqueros y después los sanvicenteños sembraban continuamente, recordaban el sitio exacto donde está enterrada "La Avanzadora". Un monumento, construido y declarado Santuario Patriótico Distrital en 1975, y luego, en 1994, declarado Santuario Patriótico Regional, señala ahora el lugar donde reposan para siempre sus restos. En su honor se erigió el Monumento Juana La Avanzadora, en la Avenida Bolívar de Maturín.

sábado, 20 de julio de 2013

Augusto César Sandino

"Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán."

"En uno de aquellos días manifesté a mis amigos que si en Nicaragua hubieran cien hombres que la amaran tanto como yo, nuestra nación restauraría su soberanía absoluta, puesta en peligro por el mismo imperialismo yanqui. Mis amigos me contestaron que posiblemente habría en Nicaragua ese número de hombres, o más..."

Augusto César Sandino

"Nosotros iremos hacia el sol de la libertad o hacia la muerte; y si morimos, nuestra causa seguirá viviendo. Otros nos seguirán."

"En uno de aquellos días manifesté a mis amigos que si en Nicaragua hubieran cien hombres que la amaran tanto como yo, nuestra nación restauraría su soberanía absoluta, puesta en peligro por el mismo imperialismo yanqui. Mis amigos me contestaron que posiblemente habría en Nicaragua ese número de hombres, o más..."

Augusto César Sandino


Nació en el 18 de mayo de 1895 en Niquinohomo, departamento de Masaya. Su madre fue una humilde campesina llamada Margarita Calderón, que se desempeñaba como doméstica y obrera agrícola; su padre fue Gregorio Sandino, un mediano propietario, productor agrícola.

Su infancia transcurrió al lado de su madre; ahí conoció y sufrió toda clase de miserias y privaciones. A los once años pasó a vivir a casa de su padre.

"Mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y nervio de la raza."

En plena adolescencia Sandino fue testigo de la primera gran intervención militar del imperialismo norteamericano en Nicaragua que culminó con el asesinato del general Benjamín Zeledón.

"Era yo un muchacho de 17 años y presencié el destace de nicaragüenses en Masaya y otros lugares de la República, por las fuerzas filibusteras norteamericanas. Personalmente miré el cadáver de Benjamín Zeledón, quien fue sepultado en Catarina, pueblo vecino al mío. La muerte de Zeledón me dio la clave de nuestra situación nacional frente al filibusterismo norteamericano; por esa razón, la guerra en que hemos estado empeñados, la consideramos una continuación de aquella."